Este 1 de mayo los integrantes de la familia de AMET queremos compartir con cada trabajador argentino nuestra firme voluntad de acompañar todas aquellas iniciativas que propongan en pos de mejorar las condiciones laborales, recuperar los puestos de trabajo perdidos como consecuencia de la crisis y defender el empleo con acciones que apuntarán siempre a buscar alternativas de diálogo y consenso.
Nuestra  secretaria general, Sara García, ha demostrado en tal sentido que en nuestra organización sindical tenemos la capacidad y los principios necesarios para lograr las reivindicaciones demandadas por los sectores del trabajo a través de instancias de intercambio que permitieron alcanzar objetivos concretos a lo largo de estos años.
El fortalecimiento de la modalidad educativa técnico-profesional ha sido una demostración de las gestiones exitosas encaradas por AMET a la hora de discutir salarios y condiciones laborales con la patronal, por lo que entendemos que el camino para mejorar la calidad de vida de los trabajadores es la perseverancia a través de la constante búsqueda de alternativas de diálogo.
Estamos en un escenario de crisis con pérdida del poder adquisitivo, inflación y recesión, por lo que en esta fecha tan emblemática para la lucha por los derechos laborales ratificamos nuestro compromiso de insistir con los reclamos salariales a partir de una premisa básica: no podemos aspirar a una educación de excelencia si no hay docentes con remuneraciones a la altura de su responsabilidad.
Transitamos un momento complejo, con el dolor de muchas familias afectadas por el desempleo y la preocupación de tantas otras al ver peligrar sus fuentes de trabajo. Es necesario que nos mantengamos unidos, seguros de que siempre tendremos herramientas democráticas para hacer valer nuestra voluntad, en un año electoral que sin dudas representa una oportunidad inigualable para que el movimiento obrero se exprese con total libertad.
Por todo esto, queremos expresar a los trabajadores en general y los docentes en particular, un deseo que además es una convicción: que la sociedad argentina hable en las urnas, se manifieste por todos los medios a su alcance y haga oír su voz soberana para que la clase dirigente en su conjunto y en especial el Gobierno de turno tomen las decisiones necesarias para corregir el rumbo económico en beneficio de los asalariados y de todos aquellos que cada día aportan su fuerza vital en pos del crecimiento de nuestro país.