Los docentes argentinos cerramos un año difícil, signado por la situación económica y la falta de respuestas oficiales fundamentalmente en el plano salarial, pero al mismo tiempo culminamos un período en el que pudimos demostrar nuestra capacidad para enfrentar las contingencias más adversas sin fragmentaciones, con los objetivos bien definidos.
Faltan pocos días para despedir a 2018 y el clima navideño inunda los hogares con la esperanza que representa el pronto inicio de un nuevo ciclo que nos encontrará sin dudas trabajando juntos por una mejor educación, con el compromiso que nos caracteriza a la hora de defender la modalidad técnica como pilar formativo de nuestra sociedad.
Como secretaria general de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) debo decir que llevamos adelante una intensa negociación con el Ministerio de Educación para lograr los objetivos más urgentes y más importantes, especialmente en lo que hace a los derechos laborales y a la capacitación que nuestra modalidad educativa demanda en forma constante.
La premisa fue avanzar en busca de los consensos que necesitamos para consolidar una relación de ida y vuelta que –a pesar de las reticencias económicas de la Nación- nos permitieron alcanzar distintas metas que nos dieron una pauta clara: siempre es posible destrabar situaciones de conflicto en un marco de diálogo.
Cuando fue necesario, no hemos vacilado en llevar nuestra voz de protesta a las calles y de expresarnos a través del derecho constitucional del paro, pero por sobre todas las cosas ratificamos la característica diferenciadora que consagra a AMET como una organización que defiende a sus trabajadores sin tintes políticos, priorizando en todo momento los intereses del docente.
Finalizamos de esta manera un año complejo que, a partir del grave cuadro social en el que se halla sumido nuestro país, nos comprometió a estar unidos para gestionar codo a codo las soluciones que demanda el sistema educativo. En ocasiones lo conseguimos, en otras nos hicimos escuchar y continuaremos insistiendo en pos de las respuestas que debe dar el Estado, con los objetivos claros, sin abdicaciones.
Miramos hacia 2019 con la certeza de nuestra propia fuerza y la convicción de que a partir del trabajo docente la realidad que hoy atravesamos puede cambiar. Nuestro aporte para que así sea es indispensable, razón por la cual asumimos esta responsabilidad con el orgullo de integrar una organización gremial transparente, comprometida e integradora, desde la cual seguiremos dando batalla. Feliz Navidad y próspero Año Nuevo.
