La Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) ratificó en un reciente congreso de secretarios generales su “rechazo a las políticas de flexibilización y precarización laboral” expresadas en “medidas que pretenden beneficiar al sector empresario mientras se intenta debilitar la representación sindical de los trabajadores”.
En un documento emitido por la conducción nacional de AMET, los secretarios generales de las distintas regionales del país advirtieron sobre la “actitud persecutoria para con los dirigentes gremiales, utilizando como excusa el enriquecimiento injustificado o la corrupción de una minoría de dirigentes que no nos representa y a la que claramente repudiamos”.
La declaración de AMET hizo un repaso de las acciones gubernamentales perjudiciales para los sectores del trabajo, a la vez que ratificó su “legítimo derecho de discutir salarios en paritaria nacional, tal y como lo establecen las leyes vigentes”.
Reiteró por ello “nuestro respaldo a cada expresión de rechazo y resistencia a estas políticas”, a la vez que “ratificamos una vez más nuestro compromiso de seguir trabajando en unidad en la resistencia en defensa de los derechos de los trabajadores en general, y a los de la educación técnica en particular”.
Al enumerar “las políticas que agreden a los trabajadores”, los secretarios generales de AMET destacaron los siguientes tópicos:

-El escándalo de la reforma previsional y recorte a los haberes de los jubilados nacionales.

-Pérdida permanente de puestos de trabajo acompañada por una inflación que no cede y a la que contribuyen particularmente el alza incesante del precio de los combustibles y de los servicios públicos.

-La inmensa mayoría de los pocos nuevos puestos de trabajo que según datos oficiales se han creado, es de naturaleza precaria. 

-Intento de poner un techo a las paritarias y la negativa a aceptar el mínimo reaseguro que constituye la cláusula gatillo, todo lo cual profundiza el deterioro de los salarios.

-Condicionamiento a los gobiernos provinciales atando el envío de recursos al apoyo por parte de los legisladores a proyectos como el de la reforma previsional.

-Imposición de programas de reducción de personal, ajustes de salarios, reducción de la expectativa de mejoras salariales.

-Intento de reforma laboral que todavía espera el momento propicio para su aprobación en el Congreso Nacional.

-Escándalo de un ministro de Trabajo con empleados en negro a los que además de maltratar designa en sindicatos intervenidos para blanquear su remuneración.

-Funcionarios denunciados por mantener fondos no declarados en paraísos fiscales,

-Todo esto acompañado de una clara actitud persecutoria a la que vamos a resistir en un marco de unidad y de defensa de los trabajadores.