La secretaria general de AMET Nacional trazó un balance “altamente positivo” del reciente congreso realizado en Salta, en especial porque “más de 1.800 educadores de todo el país e invitados de otras naciones aceptamos y coincidimos en el desafío que enfrentamos hoy: preparar a un ciudadano para el mundo globalizado”.
Sara García fue taxativa en su ponencia ante el nutrido auditorio conformado en la capital salteña: “No hablo de economía globalizada sino de mundo globalizado”, porque “no se trata de formar técnicos para abastecer un determinado modelo económico sino de darles las herramientas para que puedan realizarse en el mundo, con la vocación elegida y las oportunidades que todo ser humano merece”.
En ese aspecto, la titular de AMET Nacional celebró que “una vez más hayamos podido debatir sobre nuestra modalidad educativa y sobre la problemática que enfrentamos”, porque “nos decía el gobernador Juan Manuel Urtubey que el 90 por ciento de los problemas que padece la Argentina es porque no nos hablamos”.
“Yo le quiero decir gobernador y les digo a todos los colegas: nosotros hablamos y mucho, y queremos seguir hablando pero siempre y cuando primero hagamos los deberes. Tenemos una Ley de Educación Nacional que dice claramente en el artículo 32 que tenemos que tener una convención colectiva”, remarcó.
La secretaria general sostuvo que la nueva normativa es específica en cuanto a los “derechos garantizados de nuestros docentes, como la estabilidad, la titularidad y la carga horaria para luego definir si es mejor tener asignaturas o áreas disciplinares. De lo contrario estamos impulsando la fragmentación del sistema y no lo vamos a permitir compañeros”.
Sara García destacó la evolución histórica del sistema educativo al recordar que “hace 133 años Sarmiento recorrió el mundo y vino a plantear que necesitábamos una ley para formar ciudadanos de forma que fueran empleados o empleadores”.
Pero “el tiempo ha pasado, la ley 1420 cumplió un rol casi 80 años y hoy tenemos una nueva ley y el desafío es otro. Debemos asumirlo y enfrentarlo juntos”.
“Para ello, sabemos mirarnos entre nosotros, conocemos que tenemos problemas y que debemos tomar decisiones para cambiar y mejorar, pero sobre todo, tenemos la mente abierta y estamos dispuestos a trabajar con nuestros jóvenes, en orden y en una mesa en igualdad de condiciones”, concluyó Sara García.
